viernes, 4 de octubre de 2013

¿Tiene el estado de bienestar los días contados en Holanda?

El príncipe Guillermo y su mujer Máxima durante tradicional discurso de la corona.

¿Quién ha dicho la frase "hay que sustituir el estado del bienestar"?

El que ha dicho que el estado de bienestar ya no es sostenbible es el príncipe Gillermo Alejandro Nicolás Jorge Fernando de los Países Bajos (Willem Alexander Claus George Ferdinand van Oranje-Nassau). 



Durante el tradicional discurso de la corona holandesa el  rey Guillermo Alejandro anunció oficialmente las nuevas medidas de austeridad que va a aplicar el gobierno holandés y también, aprovechó para manifestar el paso del clásico sistema del bienestar a una sociedad participativa. ¿Os imagináis una sociedad participando activamente en la vida democrática? ¿Una sociedad en la que el futuro lo deciden los ciudadanos y no los políticos? Pero esta sociedad participativa no es tal y cómo nos la pintan. La idea de Guillermo es muy diferente, es un eufemismo que oculta detrás la inteción de acometer recortes sociales. Éste definió la sociedad participativa, la cual bautizó Cameron como «gran sociedad» y el historiador económico Mauricio Rojas lo renombra como «reinvención del Estado de bienestar», como aquella en la que los cuidadanos aumentan la responsabilidad sobre sus propias vidas y se refirió a las pensiones, la sanidad y al marcado inmobiliario como los capítulos que más reformas necesitan para poder garantizar su sostenibilidad. ¡Pero esto, más que una sociedad participativa, parece España con tulipanes!

A esta situación se ha podido llegar debido a la aparición de una clase dependiente que vive de las ayudas públicas que se otorgan como "derecho" a los que cumplen determinados requisitos, con todos los efectos perversos que eso tiene: se perpetúa una situación que debería ser temporal y en vez de ayudar a que salgan de ella acaban propiciando su enquistamiento. Para alguien que se encuentra en una situación puntual de necesidad es relativamente sencillo conseguir asistencia en una institución privada. Éstas no suelen exigir ningún requisito y son rápidas en la asistencia, mientras que lograr una ayuda pública suele ser mucho más complicado. Hay que demostrar ante el organismo oficial de turno que se cumple con los requisitos, rellenar formularios, convencer a la administración de que realmente entra dentro del grupo previsto legalmente... Eso sí, una vez que se alcanza el objetivo, mantenerla es relativamente fácil. Sólo hay que seguir en la situación de dependencia que dio origen a la concesión del derecho.

Una de las claves en este cambio hacia una "sociedad participativa o gran sociedad" pasa por impulsar un cambio de actitud en los beneficiarios. Éstas ya no serán más derechos, sino ayudas que tienen como objetivo la salida de esa situación. Y por lo tanto, tendrán una contraprestación en forma de obligaciones que tendrán que cumplir, con la amenaza implícita de perder la prestación correspondiente. 

En el periódico El País se recogen textualmente las palabras pronunciadas por Guillermo acerca de este asunto:
"El paso hacia una sociedad participativa es particularmente notable en la seguridad social y en los que necesiten cuidados de larga duración."
Periódico holandés en el cual aparece esta noticia como portada.


¿Pero por qué quiere Guillermo llevar la austeridad a Holanda? Según la prensa internacional, el paro y el déficit aumentan y han puesto contra las cuerdas al gobierno del país que, acorralado por la crisis, ha tenido que aprobar nuevas medidas de ahorro valoradas en 6.000 millones de euros. El "escalofriante" porcentaje de paro al que se enfrentan, en comparación con España, es de un 6,5% frente al 26,6% español.






 Viendo estos gráficos podemos pararnos a pensar si es Holanda la que realmente necesita renunciar al estado de bienestar o, por el contrario, países en peor situación como España. ¿Qué opináis vosotros?